En esta segunda parte del post, me centraré en los problemas visuales infantiles más frecuentes en niños en edad escolar. Comenzaré explicando por qué es tan importante realizar una evaluación visual antes de que vuestro hijo/a comience educación primaria (6 años) y qué tipo de evaluación visual debemos realizar para detectar cualquier dificultad que nuestro hijo/a pueda presentar a nivel visual.
Por último, haremos un recorrido sobre cuáles son los problemas visuales más frecuentes a estas edades, los síntomas más comunes de cada disfunción y las herramientas para solucionarlos.
Índice del artículo
1. ¿Por qué es importante evaluar la visión antes de los 6 años? ¿Qué tipo de evaluación debemos hacer?
Los problemas visuales en edad escolar son muy diferentes a los preescolares porque a partir de los 6 años van a tener unas exigencias visuales a nivel escolar diferentes a un niño en preescolar. A partir de los 6 años el niño/a debe haber desarrollado casi por completo todas las habilidades visuales ya que, de lo contrario, pueden provocar dificultades en sus tareas cotidianas e interferir en su aprendizaje (Visión y aprendizaje).
Como sabemos, la visión no es solo ver el 100%, sino que es mucho más. La visión nos permite dar significado, comprender lo que vemos y hace que nuestro cerebro y ojos estén interrelacionados. Por tanto, una evaluación completa de la visión en niños en edad escolar debe comprender las siguientes habilidades:
Habilidades de eficacia visual |
Salud ocular |
Agudeza visual de lejos y cerca |
Estado refractivo (“graduación”) |
Movimientos oculares |
Sistema de enfoque |
Coordinación entre ambos ojos |
Habilidades de procesamiento visual |
Sistema visoespacial: desarrollo motor, lateralidad y direccionalidad |
Sistema de análisis visual: habilidades visoperceptuales |
Integración visomotora |
Integración visoauditiva |
En otras palabras, debemos saber no solo cómo entra la información visual, sino también cómo la procesa y da respuesta a esa información para saber dónde puede estar el problema. Si solo se evalúa la agudeza visual y la graduación del niño, se pueden pasar por alto muchos problemas que pueden acarrear consecuencias importantes en su aprendizaje y en su vida.
2. ¿Cuáles son los problemas visuales infantiles más frecuentes entre 6-14 años?
A continuación detallaremos los problemas visuales más comunes en niños a partir de los 6 años, los síntomas más comunes y las principales herramientas para su tratamiento optométrico.
2.1 Errores refractivos:
Es la causa principal de disminución de la agudeza visual en la edad escolar. Principalmente la miopía y el astigmatismo. La prevalencia de los errores de refracción en niños de 5 a 15 años varía sustancialmente entre regiones geográficas, localizaciones urbanas o rurales y diferentes grupos étnicos.
En general, la prevalencia de la hipermetropía disminuye con la edad, mientras que el astigmatismo permanece estable y la miopía aumenta con la edad. (lo que no puede perder de vista el pediatra con la vista de los niños).
En cuanto a la miopía, que es el error refractivo de mayor prevalencia a estas edades, estudios sugieren que el uso excesivo de dispositivos digitales o la escasez de actividades al aire libre aumentan las posibilidades de generar miopía o que dicha miopía progrese. (Prevalencia y factores asociados a miopía en jóvenes).
2.1.1 Síntomas y tratamiento
Los problemas de graduación afectan directamente a la agudeza visual de lejos y/o cerca y, pese a ser los más comunes, son los más fácil de detectar y solucionar ya que el niño referirá visión borrosa (figura 1) de lejos (miopía o astigmatismo) y/o cerca (hipermetropía o astigmatismo) y con la prescripción en gafa o lentes de contacto el problema quedará resuelto.
2.2 Problemas de acomodación o enfoque:
Tras los problemas refractivos, y junto a los problemas de coordinación entre ambos ojos, son de los problemas más frecuentes en edad escolar y, en gran parte, es debido a los cambios de hábitos en la población infantil desde el inicio de la era digital.
Evolutivamente, nuestro sistema visual está diseñado para que el 80% del tiempo nuestro enfoque esté relajado enfocando a distancias lejanas (nuestros antepasados eran cazadores y necesitaban buena visión lejana) pero con la irrupción de la tecnología y la era digital, desafortunadamente los niños pasan actualmente más tiempo en casa con dispositivos digitales y han reducido notablemente las actividades al aire libre y el uso de la visión lejana.
A nivel visual, esto se traduce en que el sistema visual, aún inmaduro del niño se habitúa a estar enfocado a distancias cercanas, llevando al sistema visual a una situación de estrés e impidiendo que el sistema de enfoque desarrolle la habilidad de enfocar en cerca y relajar el enfoque en lejos con facilidad. Esto lleva al sistema visual a problemas de enfoque como la insuficiencia, exceso o inflexibilidad acomodativa e incluso, como muchos estudios así lo confirman, al establecimiento o progresión de miopía (Prevalencia y factores asociados a miopía en jóvenes).
2.2.1 Síntomas y tratamiento
Como consecuencia de todo esto, algunos de los síntomas que pueden referir los niños con problemas de enfoque son:
- Visión borrosa de lejos y/o cerca.
- Fatiga visual tras tareas visuales prolongadas (Figura 2).
- Abandono de tareas visuales cercanas.
- Parpadeo frecuente, lagrimeo o sensación de incomodidad ante tareas visuales.
- Dolores de cabeza tras tareas visuales prolongadas.
Por todo ello, solo si se realiza un examen de todas las habilidades visuales, será posible detectar este tipo de problemas y diferenciar, por ejemplo entre una miopía real o secundaria a un problema de enfoque.
Pero, además de detectar, el optometrista especializado en terapia visual podrá proponer el tratamiento adecuado, que en el caso de problemas de enfoque algunas de las herramientas optométricas para solucionar los síntomas son:
- Terapia visual: Es el tratamiento principal y va encaminado a que el paciente sea consciente de la sensación de enfoque y relajación para que el niño/a sea capaz de controlar en todo momento su sistema acomodativo.
- Lentes de rendimiento: Suelen ser lentes positivas o prismas que tienen como objetivo relajar el sistema visual reduciendo el estrés y consiguiendo un rendimiento más eficaz.
2.3 Problemas de coordinación entre ambos ojos:
Son casi igual de frecuentes en la infancia que los problemas de enfoque (disfunciones no estrábicas de la visión binocular entre los 5 y los 19 años) Esto es debido a que nuestro sistema de enfoque y de convergencia están íntimamente relacionado.
Cuando queremos ver algún objeto cercano, enfocamos y convergemos (nuestros ojos se juntan para apuntar al mismo punto) y cuando miramos algo lejano, nuestro enfoque se relaja y nuestros ojos divergen (nuestros ojos se separan). Por este motivo, en muchas ocasiones, un problema de enfoque conlleva un problema de coordinación entre ambos ojos y viceversa.
Los problemas de coordinación entre ambos ojos se diferencian en 2 tipos: estrábicos y no estrábicos.
Los estrabismos, son la desviación manifiesta de uno de los ejes visuales y no hablaremos en este apartado porque se suelen dar principalmente antes de los 6 años, siendo una de las principales causas de ambliopía como indicamos en la parte I de este post: problemas visuales infantiles entre 0 a 5 años.
En este apartado nos centraremos en los problemas no estrábicos, es decir, problemas en la coordinación entre ambos ojos sin que uno de los ojos se desvíe de forma manifiesta.
Estos problemas no estrábicos, a priori pueden parecer menos graves, pero los síntomas de estos niños son mayores que en los estrabismos infantiles, ya que el cerebro estrábico realiza adaptaciones sensoriales para eliminar síntomas, pero en los problemas no estrábicos, el cerebro del niño quiere utilizar los dos ojos, y al tener dificultad para coordinarlos, aparecen síntomas muy molestos.
La disfunción no estrábica más frecuente es la insuficiencia de convergencia, que consiste en la dificultad para obtener o mantener una convergencia en cerca adecuada sin esfuerzo, ocasionando gran sintomatología y astenopia en el paciente, dificultando su rendimiento y calidad de vida. La prevalencia de insuficiencia de convergencia se encuentra entre el 4 al 6%.
2.3.1 Síntomas y tratamiento
Algunos de los síntomas más frecuentes en niños con problemas en la coordinación entre ambos ojos son:
- Guiña o se tapa un ojo con frecuencia.
- Fatiga visual tras tareas visuales prolongadas.
- Siente que las letras se “mueven”, se “juntan” o “flotan” al leer (Figura 3).
- Visión doble.
- Desvía un ojo a veces, sobre todo cuando está cansado.
- Se cansa con facilidad realizando tareas cercanas y/o abandona la tarea.
Al igual que con los problemas de enfoque, el tratamiento principal en estos casos es la terapia visual (aunque existen más herramientas como las lentes de rendimiento para aliviar los síntomas) y sólo con una evaluación completa de todas las habilidades visuales será posible detectar y tratar estos problemas.
2.4 Problemas de movimientos oculares:
Unos movimientos oculares precisos y de buena calidad son fundamentales para cambiar la mirada del libro a la pizarra, para no perderse leyendo y para rendir eficazmente en ciertos deportes. Existen tres tipos de movimientos oculares: fijaciones (capacidad de mantener la fijación estable en nuestro objetivo), seguimientos (capacidad de seguir suavemente un objeto móvil) y sacádicos (capacidad de cambiar la fijación de un punto a otro de manera rápida y eficaz).
Está demostrado que los niños con movimientos oculares imprecisos y de mala calidad presentan mayores problemas de lectura afectando tanto a la velocidad como a la comprensión lectora (Relación entre movimientos oculares y lectura).
Además, otros estudios también demuestran que en los niños con problemas de atención como en el caso de TDAH, los movimientos oculares son más imprecisos y de peor calidad (La atención y el sacádico). Por tanto, es de vital importancia unos movimientos oculares óptimos, ya que favorecerá el aprendizaje del niño.
2.4.1 Síntomas y tratamiento
Los síntomas más comunes que refieren los niños con problemas en la oculomotricidad son:
- Utiliza el dedo con frecuencia para leer (Figura 4).
- Se salta letras, palabras pequeñas o líneas leyendo.
- Mueve la cabeza de lado a lado de la página al leer.
- No le gustan o no se le dan bien los deportes de pelota.
En estos casos, el principal tratamiento será un programa de terapia visual personalizada, encaminada a que el paciente gane control y eficacia en sus movimientos oculares trabajando habilidades básicas como la conciencia periférica y la integración centro-periferia, que en otras palabras, es la habilidad de procesar simultáneamente la información central y periférica.
El buen procesamiento de la información periférica es la que guiará a nuestro ojos a moverse de manera eficaz hacia el siguiente punto donde queremos dirigir nuestra atención. Y esta habilidad en muchos niños se encuentra disminuida.
2.5 Problemas de procesamiento de la información visual:
Como hemos dicho en numerosas ocasiones, la visión no es solo ver un 100%. Para decir que nuestra visión es óptima, primero debemos ser capaces de recibir la información visual de manera nítida y cómoda (a través de habilidades de eficacia visual) pero, posteriormente debemos procesar dicha información de manera correcta para saber dar respuesta a esa información. Esto se consigue gracias a las habilidades de procesamiento de la información visual.
Estas habilidades se pueden subdividir en 4 sistemas: sistema visoespacial, sistema de análisis visual, sistema de la integración visomotora y sistema de integración visoauditiva. Estos 4 sistemas son de vital importancia junto con las habilidades de eficacia para una lectura y escritura cómoda y eficaz, y por tanto, para que el niño tenga las herramientas visuales necesarias para un aprendizaje óptimo. (Influencia del sistema visual en el aprendizaje del proceso de lectura)
El sistema visoespacial se basa en determinar la relación existente entre forma y objeto y dónde están las cosas respecto de mí. Por tanto, en este sistema se evalúa primeramente el desarrollo motor del niño y el correcto esquema corporal para saber si el niño sabe ubicarse en el espacio y ubicar sus partes del cuerpo. Si el niño no es capaz de ubicarse en el espacio, difícilmente será capaz de ubicar el resto de los objetos respecto a él.
Pero también, este sistema contiene habilidades de direccionalidad y lateralidad. Una persona con dificultad en estas funciones puede confundir adelante-atrás, arriba-abajo, derecha-izquierda y no ubicar correctamente objetos en el espacio. Esto podría conllevar a una organización inadecuada de la información en un escrito, confundiendo direcciones de letras (confusiones b-d o p-q) y organización de este en el espacio del papel (escritura en efecto espejo) (figura 5).
El sistema de análisis visual contiene varias áreas que son necesarias para reconocer formas, tamaños, objetos, colores y relaciones espaciales. Todas ellas son muy importantes en la lectura. Su función es la de procesar la información captada por el sistema visual durante la lectura y brindar una interpretación de esta para obtener una información con la que se da lugar a procesos de aprendizaje y de comunicación.
En este área se evalúan las siguientes habilidades visoperceptuales:
1) Discriminación visual: habilidad de reconocer características de distintas formas como tamaño, forma, color y orientación.
2) Figura-fondo: habilidad de reconocer una característica o forma específica manteniendo consciencia de la relación de la forma con respecto a una información de fondo.
3) Cierre visual: habilidad para estar consciente de pistas en una serie visual que permiten la percepción final, sin necesidad de que todos los detalles estén presentes.
4) Constancia de formas: habilidad de identificar las características invariantes de una forma cuando sufren una transformación de tamaño, rotación u orientación.
También se analiza la atención visual y se evalúa con dos tipos de memoria: 1) memoria espacial: con la cual se recuerda la localización de un objeto; y 2) memoria visual secuencial: permite recordar el orden exacto de ítems de una secuencia.
De todas estas habilidades, está demostrado que las que mas intervienen en la fluidez y comprensión lectora son: la discriminación visual, el cierre visual, la memoria espacial y la memoria secuencial (Influencia de los movimientos oculomotores y las habilidades visuoperceptivas en la eficacia lectora).
La integración visomotora es la capacidad de realizar de forma motriz lo percibido por el sistema visual, importante para la ejecución de tareas de coordinación ojo-mano como la escritura, en la cual se precisa de una buena coordinación entre los aspectos verbales, visuales y motores. En este área influye la dominancia ocular y manual y la relación interhemisférica que es la rapidez con la que ambos hemisferios cerebrales transfieren información de uno a otro a través del cuerpo calloso que los une. Si la dominancia ocular y manual es cruzada (ojo y mano contraria) y la relación interhemisférica es pobre, tareas de coordinación ojo-mano como la escritura (Figura 6) o los deportes de raqueta y/o pelota serán tareas complejas y costosas para el niño.
En la integración visoauditiva se evalúa la relación entre el sistema auditivo y visual y si hay diferencias significativas entre la entrada auditiva/visual o la salida oral/escrita. En muchos casos, las habilidades visuales necesarias para una lectura eficaz se encuentran dentro de la norma pero el niño sigue teniendo problemas de lectura. Recordad que para una lectura eficaz necesitamos habilidades visuales, auditivas y motoras. Y, a veces, trabajar sobre el procesamiento auditivo y su relación con el sistema visual es la llave para desbloquear una buena eficacia lectora.
2.5.1 Síntomas y tratamiento
En general, algunos de los síntomas más comunes en niños con problemas de habilidades de procesamiento de la información visual son:
- Presenta problemas para recordar lo que lee
- Confunde letras o palabras similares
- Confunde b-d o p-q
- Invierte letras o números
- La escritura u otras tareas de coordinación ojo-mano como colorear, recortar etc. son deficientes.
- No le gustan o no se le dan bien los deporte de raqueta o pelota
- Confunde derecha-izquierda con frecuencia.
- Es un niño “patoso” en general que se tropieza con facilidad.
- Le cuesta seguir instrucciones verbales
- Hipersensible a ambientes ruidosos (Figura 7)
Y, por supuesto, en estos casos la única herramienta, y a la vez la más potente para mejorar estas habilidades, es la terapia visual promoviendo el desarrollo de dichas habilidades mediante los juegos (Figura 8) y retos oportunos para cada caso en particular.
Cómo hemos visto, existen multitud de problemas visuales posibles en la infancia, y una valoración únicamente de la agudeza visual y la graduación se queda muy corta para saber si la visión del niño es adecuada y está preparada para un aprendizaje óptimo.
Por ello, insisto en la importancia de evaluar todas las habilidades visuales mencionadas anteriormente para poder detectar y solucionar cualquier problema visual infantil que pueda interferir en el aprendizaje de vuestro hijo/a . El optometrista especializado en terapia visual es, en estos casos, el único profesional cualificado que puede evaluar y tratar todas estas habilidades visuales funcionales.
Nunca olvidemos que: “aprendemos a ver para, posteriormente, ser capaces de ver para aprender”
¿Y tú? ¿Sabías que todos estos síntomas están relacionados con la visión? ¿Sabías de la importancia de realizar una evaluación visual exhaustiva antes de los 6 años? ¿Sabías todo lo que puede ayudar o interferir la visión en el aprendizaje de tu hijo/a? ¿Tienes alguna duda sobre algún punto en concreto? Por favor, házmelo saber en los comentarios.
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Hola.
Mi hijo de 12 años lleva unos días comentando que ve borroso por ambos ojos en ciertas situaciones, como cuando uno despierta de la cama.
También refiere malestar ante la excesiva luminosidad. De hecho, hemos comprobado que baja bastante el brillo de la pantalla del iPad .
¿Podría ser preocupante?
Hola Eva, ante todo muchísimas gracias por el interés y tu tiempo en leer el contenido.
Respecto a la duda que comentas, he de decirte que en un niño de 12 años, que suelen tener ya un sistema visual desarrollado, no debería presentar esa sintomatología. Por lo que te aconsejaría visitar un optometrista que evalúe todas sus habilidades visuales. No únicamente la agudeza visual y la graduación, sino también los movimientos oculares, la capacidad de enfoque y la coordinación entre ambos ojos. Estas son las habilidades de eficacia visual que nos dicen que, a parte de ver el 100%, la visión es cómoda.
Si tienes cualquier duda puedes escribirme a info@ver-para-crecer.com y con mucho gusto te respondo.
Saludos.
Hola consulto por niña de 5 años diagnostico de astigmatismo grave en ojo derecho -200×167 si nos pueden ayudar con alguna terapia, le indicaron lentes. Se puede corregir?muchas gracias
Hola Silvia, gracias por tu interés en el artículo. Para consultas concretas como la tuya te animo a contactar por privado a info@ver-para-crecer.com
Saludos.
Hola tengo una hija que acaba de cumplir 6 años hicimos unos ejercicios con ella y nos dimos cuenta de que no tiene visión periférica (nos se si se dice así) el punto es que no alcanza a ver los laterales solo ve hacia en frente eso es normal??
Buenos días, gracias por tu comentario. Habría que ver el caso concreto y si se trata de una pérdida de campo visual o de poca conciencia periférica. La pérdida de campo es debido a alguna lesión en la vía visual. La conciencia periférica se gana con el desarrollo y se puede entrenar en terapia visual. Pero habría que estudiar tu caso en concreto. Lo ideal es que lo evalúe un optometrista especializado en visión binocular o si te apetece, puedes concertar una video-consulta online conmigo aquí: https://ver-para-crecer.com/consulta-online-terapia-visual/
Un saludo.